Las nubes a mis pies, si el viento lo permite,
recorro el mundo sin cabeza durante un año y un día.
El que ahuma mis gafas está siempre en las nubes,
se ve que usted no forma parte de este círculo entrañable.
Una señora sin dientes con la boca en la nieve,
las goteras de su piel, de pie en un pararrayos.
El sol de mi cabeza es de muchos colores...
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