Dejo encendida la televisión
y cuando me despierto
es casi por la mañana.
Lleva encima sólo la sábana
y por la ventana entran ya
algunas luces y parece aún más dulce,
y los rayos aterrizan en su espalda.
No saldría nunca de la cama.
Y las nubes en el suelo
y el color de este cuarto.
Si me muevo se podría despertar
dejará que esté con ella,
yo podría ser su esclavo.
Ahora ya no necesito más.
Haría lo que fuera,
daría algo más.
Entonces se despierta,
me mira y sé que nada va a pasar.
De pronto sé que nada va a pasar.
Y me sonríe, y todo vuelve a brillar,
y se acerca, y nada puede salir mal.
Y si se queda cuidaré siempre de ella
y entrarán rayos de sol por la mañana ,
aterrizarán sobre su espalda.
Y las nubes en el suelo,
y el color de este cuarto,
y las cosas que le tengo que decir.
Dejará que esté con ella
dejará que esté a su lado
pues eso es suficiente para mí.
jueves, julio 22, 2004
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario